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21 octubre, 2009

Descubren 32 nuevos planetas fuera del Sistema Solar desde el observatorio chileno de La Silla

Madrid, 19 oct (EFE).- Un grupo internacional de investigadores ha descubierto 32 nuevos exoplanetas (fuera de los límites del Sistema Solar) desde el observatorio de La Silla, al norte de Chile, lo que ayudará a comprender mejor el Sistema Solar y el universo.


Así lo ha anunciado Michel Mayor, del Observatorio de Ginebra (Suiza), e integrante de este equipo, quien ha sido invitado a dar una conferencia por la Fundación Ramón Areces y la Real Academia de Ciencias, que han reunido en unas jornadas a destacados astrónomos.


Los exoplanetas son cuerpos que giran en una órbita permanente alrededor de una estrella, pero más allá del Sistema Solar.


Mayor fue quien halló -en 1995- el primer planeta alrededor de otra estrella como el Sol y luego otros muchos exoplanetas.


En los últimos quince años se han descubierto 350 planetas orbitando estrellas parecidas al Sol, lo que ha revelado la existencia de una impresionante diversidad de exoplanetas, ha detallado este científico.


El descubrimiento de los 32 nuevos exoplanetas ha sido realizado gracias a las mediciones realizadas por el High Accuracy Radial Velocity Planet Searcher (HARPS o Buscador de Planetas por Velocidad Radial de Alta Precisión), instalado en el telescopio de 3,6 metros de la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica), en La Silla.


Este descubrimiento ha sido anunciado simultáneamente en Madrid y en Oporto (Portugal), en un congreso científico.


Además de Mayor, intervienen en estas jornadas Michel Brown, descubridor de los principales cuerpos transplutonianos.


"Lo más interesante es que aún hay muchos objetos más allá de Plutón", ha remachado este investigador del Instituto de Tecnología de California (EEUU), quien ha afirmado tener la confianza en que en los próximos años "aprenderemos más" sobre el universo.


Por su parte, Rafael Rebolo, otro de los conferenciantes, descubridor de las primeras enanas marrones, ha explicado que éstas sirven de guía para saber la presencia de planetas.


Brian Schmidt, de la Universidad Nacional de Australia, y descubridor de la expansión acelerada del universo es otro de los ponentes, al igual que Kathryn Flanagan, responsable de varios instrumentos en varios telescopios espaciales y actualmente responsable de la oficina de la misión del nuevo gran telescopio espacial, James Webb.


Además, participará en estas jornadas Luis Felipe Rodríguez, descubridor de los microcuásares.


Con este simposio, La Fundación Ramón Areces y la Real Academia de las Ciencias se suman a los actos del Año Internacional de la Astronomía que conmemora los 400 años de la primera observación del cielo con un telescopio por Galileo Galilei y el nacimiento de la ciencia moderna.


Estas jornadas se celebran desde hoy hasta el próximo miércoles en la sede de la Fundación Ramón Areces.



Posibles misiones a la

Luna y a Marte en 2020


Uno de los planes de la Nasa en cuanto a la exploración del espacio es llevar adelante una misión en 2020 con astronautas que se afincarían en un puesto permanente en la Luna, con el propósito de explorar la superficie lunar. Al mismo tiempo, se desarrollarían distintas tecnologías que podrían ayudar a concretar una misión tripulada a Marte.


El estudio acerca de la viabilidad de utilizar los generadores de energía nuclear de fisión para apoyar el funcionamiento de las futuras bases lunares es un esfuerzo conjunto entre los ingenieros de la Nasa y los especialistas del Departamento de Energía de los Estados Unidos.


El funcionamiento concreto de estas plantas de energía nuclear de fisión incluye el fraccionamiento de los núcleos de los átomos mediante una reacción sostenible y controlable, que pueda ser canalizada a través de un convertidor de energía para la transformació n de la misma en electricidad utilizable prácticamente.


Por el momento, se habría comprobado que el reactor y el motor estudiados podrían proporcionar hasta 40 kilovatios de energía útil, suficiente para mantener una base en la Luna o un puesto de Marte, de acuerdo a los especialistas de la Nasa. Con esa cantidad de energía se abastecerían ocho casas de familia en nuestro planeta.


El siguiente paso en este proyecto consiste en combinar todos los avances logrados con las diferentes tecnologías para crear una planta de demostración, acercándose así a las condiciones reales que debería tener el emprendimiento fuera del planeta. Esa prueba está programada para comenzar en 2012, según explicaron los ingenieros de la Nasa.



Nuevos reactores nucleares darán energía

a colonias humanas en Marte o la Luna


Generan hasta 40 kilovatios de energía útil y ya se

piensa utilizarlos en misiones espaciales del año 2020


La Flecha, 8 oct (Tendencias Científicas). - La Nasa ha realizado una serie de pasos críticos hacia el desarrollo de nuevos reactores nucleares que podrían alimentar un puesto de avanzada humano en la Luna o Marte. Los reactores, que aprovecharían la energía creada mediante procesos de fisión nuclear, pueden proporcionar hasta 40 kilovatios de energía útil, suficiente para mantener una base en la Luna o un puesto de Marte. Ya se planean misiones para 2020 empleando estas nuevas tecnologías. Por Pablo Javier Piacente de Tendencias Científicas.


La Nasa habría dado un paso importante para lograr el desarrollo de nuevos reactores nucleares capaces de alimentar energéticamente un puesto de avanzada humana en la Luna o en Marte. De confirmarse esto, uno de los puntos trascendentales para el desarrollo de asentamientos humanos en otros planetas, que es justamente la sustentabilidad energética de los mismos, estaría resuelto.


Recientes ensayos realizados en diferentes centros de la Nasa han demostrado con éxito el funcionamiento de las claves tecnológicas necesarias para el desarrollo de los procesos de fisión nuclear, que resultan imprescindibles para el funcionamiento de las plantas de energía nuclear que harían posibles los asentamientos humanos en otros mundos.


Uno de los centros de estudio e investigación donde se han llevado adelante estas pruebas es el Nasa Marshall Space Flight Center, en Huntsville, Alabama. El laboratorio montado allí permite a los ingenieros simular distintos procesos relacionados con el funcionamiento de los reactores, pero sin la utilización de materiales nucleares reales. Esta información fue difundida por un comunicado de prensa del Marshall Space Flight Center de la Nasa.


De acuerdo a los primeros resultados, la potencia lograda a través de los procesos de fisión y el funcionamiento de los futuros reactores nucleares sería suficiente para la exploración in situ de la Luna y Marte. El sistema que se está desarrollando podría proporcionar una fuente abundante y confiable de energía, mediante una ecuación viable de costos, siendo además posible su utilización en cualquier parte de la superficie lunar, por ejemplo.


Aprovechamiento en conjunto de diferentes tecnologías


El simulador de reactor desarrollado en el Marshall Space Flight Center se encuentra vinculado a un motor denominado Stirling, desarrollado por el Glenn Research Center de la Nasa, ubicado en Cleveland. El motor Stirling convierte el calor en electricidad, desarrollando uno de los pasos vitales en el funcionamiento de toda la ingeniería del sistema energético.


Además, el simulador de reactor Marshall incluye una bomba especializada, proporcionada por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, junto a un circuito de refrigeración que posee una mezcla de sodio y potasio y que resulta indispensable para el funcionamiento del motor Stirling. En consecuencia, resulta vital la integración entre ambas tecnologías.


Según explicaron los ingenieros y científicos de la Nasa, la realización de pruebas conjuntas entre estos dos centros permitió resolver los problemas de integración potencial, además de brindar una valiosa información e importantes experiencias para reducir los riesgos tecnológicos asociados a este tipo de sistema energético.


La prueba integrada del motor Stirling y del simulador de reactor Marshall podría ser un factor clave en la demostración de la viabilidad concreta para emplear este tipo de energía nuclear en enclaves humanos afincados en el duro ambiente de la Luna y Marte. La Nasa contaría entonces con un sistema realmente eficaz para producir energía en estos complejos contextos.



Tres nuevos resultados acercan al ser humano a la estación

espacial, a Marte, a la Luna y a otros lugares del Sistema Solar


Varias noticias surgidas estos días nos hacen pensar que el espacio

exterior y la exploración espacial están ya un poco más cerca


La Flecha, 9 oct (Neofronteras. com).- La razón por la que no volvemos a la Luna, no establecemos una colonia allí o exploramos el sistema solar de una manera tan lenta es sobre todo porque es muy caro y utilizamos una tecnología muy anticuada. Básicamente seguimos utilizando la misma tecnología cohete de hace 50 años, pero ya se están dando tímidos pasos en otras direcciones.


Por un lado está el problema de colocar cargas en órbita baja. Esto es necesario para abastecer la estación espacial, colocar satélites en órbita baja o, a partir de ese punto, subirlos a órbitas más alejadas o incluso abandonar la Tierra.


Pero hacer estas cosas sale muy caro porque utilizamos tecnología cohete. Utilizar un ascensor espacial saldría mucho más barato, pero esto es ahora (y probablemente lo será por siempre) ciencia ficción. Aunque quizás la ciencia ficción del pasado nos eche una mano al respecto. ¿Qué tal el cañón de Julio Verne? Tal cual no funcionaría, pero según John Hunter con algunas modificaciones la idea sí podría funcionar, al menos para lanzar cargas a órbita baja.


El concepto viene de un cañón de hidrógeno comprimido de 47 metros que este físico ayudó a construir en el Lawrence Livermore National Laboratory. El cañón era capaz de lanzar proyectiles de unos pocos kilogramos a 3 km/s.


Ahora se ha juntado con otros colegas para fundar en San Diego la compañía Quicklaunch, que pretender desarrollar esta tecnología hasta alcanzar su viabilidad comercial, según informa NewScientist.


Según los nuevos diseños, presentados en Boston durante el congreso Space Investment Summit, un cañón de 1100 metros de longitud sería capaz de lanzar cargas de 450 kilogramos a 6 km/s. Como esta velocidad no es suficiente como para situar dicha carga en órbita baja (LEO), un pequeño cohete terminaría el trabajo.


Lo mejor es que con este sistema el precio por kilogramo situado en LEO sería diez veces menor que con la tecnología actual. Aunque estiman el coste construcción del sistema en 500 millones de dólares.


Lo malo es que la aceleración tan brutal en el interior del proyectil destruiría cualquier carga delicada y mataría a cualquier persona. Sin embargo, este sistema podría abastecer de combustible a la estación espacial o situar cargas robustas en órbita. Otro escollo es el calor generado por la fricción con la atmósfera, aunque según los proponentes se podría solucionar con un buen escudo y gracias al corto periodo tiempo que el proyectil necesita para cruzar la atmósfera. Su velocidad no obstante se vería reducida en 0,5 km/s debido a esta fricción atmosférica.


También se podría instalar en la Luna donde no hay atmósfera y por tanto no hay fricción atmosférica. Hasta cierto punto esta idea recuerda la tecnología del cañón electromagnético que de vez en cuando también parece resucitar, aunque últimamente lo hace como arma a bordo de barcos de guerra.


La segunda noticia proviene de la compañía Ad Astra Rocket que está desarrollando un motor a plasma desde hace unos años: el VASIMR (Variable Specific Impulse Magnetoplasma Rocket). En una prueba en cámara de vacío realizada recientemente han conseguido batir una marca de 201 kw de potencia con su modelo VX-200. Este motor, como ya vimos en estas páginas, acelera un plasma de argón a altas velocidades gracias a campos electromagnéticos.


Este mismo motor podría ser acoplado a la estación espacial para darle impulsos periódicos (y así evitar su caída) con muy poco combustible y alimentado con electricidad procedente de paneles solares. Ese sistema abarataría mucho los gastos de mantenimiento de la estación espacial. En lugar de las 7,5 toneladas anuales de combustible que se consumen en la actualidad se necesitaría sólo 0,3 toneladas de argón para realizar el mismo trabajo.


Este motor, a esa potencia de consumo, produce un empuje de unos 5 newtons que, aunque parezca pequeño, es suficiente para llevar dos toneladas de carga desde las cercanías del Sol hasta Júpiter en 18 meses.


Una versión mayor de este tipo de motor, de entre 10 y 20 Megavatios, permitiría hacer un viaje rápido a Marte de 40 días, disminuyendo así la exposición de los astronautas a la lesiva radiación espacial (el factor más limitante ahora mismo para un viaje a Marte además del económico).


También podría servir para desviar asteroides peligrosos cuyas órbitas se acerquen en exceso a la Terrestre y evitar así una colisión.


El competidor más cercano a este motor es el impulsor Hall de 50 kw de la Nasa que acelera iones a alta velocidad como chorro de propulsión. Sin embargo, se dejó de desarrollar en 2005 debido a recortes presupuestarios.


Aunque hay otros motores iónicos funcionando en el espacio para acelerar sondas espaciales, su potencia es muy inferior a la de estos casos.


La compañía espera probar su VASIMR en el espacio el próximo año con vistas a ser utilizado en la estación espacial para 2013.


Pero si queremos aplicaciones de gran potencia, como la misión corta a Marte, el VASIMR no puede ser alimentado con energía solar, sobre todo en misiones alejadas del sistema solar interior. En ese caso se necesita alimentación nuclear.


La tercera noticia versa precisamente sobre el desarrollo de un futuro generador nuclear espacial que alimente de corriente eléctrica este tipo de sistemas de propulsión o provea de energía a una hipotética base lunar.


La Nasa ha efectuado una serie de pasos crítico hacia el desarrollo de un generador nuclear de fisión del tamaño de un cubo de basura. Este sistema estaría alimentado con uranio enriquecido y basado en reacciones en cadena de fisión nuclear, en lugar de hacerlo en la desintegració n espontánea de isótopos de plutonio, como venía siendo el caso de las sondas enviadas al sistema solar exterior.


En este paso, en el que no se ha empleado material radiactivo, se ha querido comprobar el sistema térmico que obtendrá la energía a partir del calor generado por la fisión nuclear. Paradójicamente se basa en un motor Stirling como el empleado en algunos sistemas de energía solar térmica terrestre y que hemos cubierto en NeoFrontera alguna vez. El concepto de motor de Stirling se basa en diseños de motores de combustión externa del siglo XIX realizador por Robert Stirling. Los ciclos de expansión de un gas en un circuito cerrado permiten transformar calor en movimiento y a partir de éste y un generador eléctrico puede obtener energía eléctrica.


En las pruebas efectuadas también se trataban de testar los materiales empleados y la transferencia de calor en el sistema.


El próximo paso será la prueba en 2012 de un prototipo que aúne radiador térmico, motor Stirling y generador eléctrico, pero sin el reactor nuclear propiamente dicho.


Un sistema nuclear de este tipo, y del tamaño mencionado, proporcionarí a unos 40 kw de potencia eléctrica, que sería suficiente para alimentar una base lunar o marciana. Para otras aplicaciones se podría utilizar una batería de estos generadores o escalar el sistema a un tamaño a uno mayor.



Descubren el mayor anillo del

sistema solar alrededor de Saturno


Washington, 8 oct (AFP).- Astrónomos estadounidenses descubrieron alrededor de Saturno el mayor anillo del sistema solar, invisible desde la Tierra, gracias al telescopio espacial Spitzer, según artículos publicados en la revista Nature.


Este anillo supera por su tamaño a los más grandes conocidos del sistema solar hasta ahora, que eran los de Gossamer, alrededor de Júpiter, y el anillo E de Saturno, pero su densidad es mucho más débil.


El equipo de astrónomos encabezado por Anne Verbiscer de la Universidad de Virginia lo descubrió en febrero al observar con el telescopio Spitzer el satélite Febe, cuyo diámetro es sólo de 214 kilómetros, y su espacio cercano.


El plano de este anillo está inclinado 27 grados con relación al anillo principal de Saturno.


"La mayor parte del material se extiende unos 12 millones de kilómetros a partir de una distancia de 6 millones de kilómetros del planeta" Saturno, precisó un comunicado del Jet Propulsion Laboratory de la Nasa.


"Febe circula al interior de este anillo y es tal vez la fuente probable de su materia", añadió el comunicado.


Su existencia explicaría tal vez la apariencia bicolor, negra y blanca, de otra luna de Saturno, Jápeto.


"Partículas del anillo de una talla inferior a unos centímetros migran lentamente hacia el interior y muchos de ellos terminan sobre la faz visible y oscura de Jápeto", consideran los autores del estudio de Nature.


Según otra teoría, la cara visible de Jápeto, calentada por el Sol, sería negra a causa de la evaporación del hielo que contiene, al acumularse el agua en su cara oculta, por lo tanto más clara.



¿Es el universo

realmente plano?


La Flecha, 6 oct (SINC).- Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han encontrado, a través del análisis del fondo cósmico de microondas según un modelo cosmológico alternativo al estándar, que el universo podría tener una curvatura espacial positiva -de manera similar a la superficie de una esfera-. Los resultados ofrecen una alternativa posible a la idea, comúnmente aceptada, de que el universo sea espacialmente plano.


El artículo en el que se plasma este trabajo ha sido publicado en la revista especializada Physical Review D, mientras que la elaboración teórica del modelo cosmológico alternativo al estándar, que se publicó en esta misma revista, fue objeto de una reseña como artículo destacado en la prestigiosa revista Nature Physics. En esta ocasión los investigadores han dado un paso más al comparar las predicciones de este nuevo modelo propuesto con las observaciones de explosiones de supernovas, del fondo cósmico de microondas y de estructura del universo a gran escala.


Los resultados indican que estas predicciones se cumplen en buena medida, especialmente en los datos obtenidos con las observaciones de explosiones de supernovas. Según indica Antonio López Maroto, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y director de este trabajo en el que también han participado José Beltrán Jiménez (UCM) y Ruth Lazkoz (Universidad del País Vasco), "hemos podido comprobar que el modelo es compatible con los datos de observación, aunque se da una cierta tensión entre algunos conjuntos de datos que, por otro lado, está también presente en el modelo de cosmología estándar". El hecho de que las predicciones del modelo cosmológico alternativo coincidan en buena medida con las observaciones realizadas refuerza la validez de esta teoría.


Una de las conclusiones más sugerentes de este trabajo es que, al analizar los datos del fondo cósmico de microondas, el modelo utilizado por estos físicos predice que el universo tendría una curvatura positiva, como si fuera la superficie de una esfera. Esta idea se contrapone a la más extendida en la actualidad: que el universo sea espacialmente plano, lo que se deduce del análisis de estos mismos datos conforme al modelo cosmológico estándar.


El modelo estándar constituye la explicación habitualmente aceptada del fenómeno de la expansión acelerada del universo, e implica la existencia de un nuevo parámetro conocido como 'constante cosmológica'. Fue Einstein quien introdujo en un primer momento esta constante en sus cálculos con una finalidad muy distinta: la de conseguir un universo estático. "Sin embargo -explica López Maroto- esta constante puede actuar también como una especie de gravitación revulsiva y generar la aceleración en el ritmo de expansión". Y señala: "El problema surge porque el pequeñísimo valor que debe tomar esta constante para ajustar las observaciones plantea dudas sobre hasta qué punto se trata de una explicación fundamental" .


Vectores para explicar la expansión del universo


El modelo propuesto por los físicos españoles tiene la ventaja de que no requiere la introducción de una constante cosmológica, y es capaz de explicar la expansión acelerada del universo a través de la existencia de un campo vectorial, con lo que sí habría una razón subyacente. Así, la energía oscura se comportaría siguiendo un modelo de vectores que, como representació n espacial, indicarían valores como la intensidad y señalarían una dirección concreta -al modo de una corriente de agua-, pero que, en este caso, apuntarían en la dirección del tiempo.


Al representar la geometría del universo a gran escala se pueden considerar tres formas posibles, según la curvatura: geometría espacial plana, si la curvatura es cero; similar a una esfera, si la curvatura es positiva, y al contrario, al modo de una silla de montar, si la curvatura es negativa. El análisis de los datos de radiación del fondo cósmico de acuerdo al modelo de campo vectorial indica que el universo tendría una curvatura espacial positiva, excluyendo de hecho la geometría plana, lo que implica que la predicción de la forma del universo depende no sólo de los datos, sino también del modelo cosmológico que se presuponga.


El trabajo pone en cuestión una idea muy aceptada en la actualidad: la de que los datos de radiación del fondo cósmico de microondas predicen un universo plano. Estos investigadores han demostrado que esta conclusión se basa en la presuposición de la validez de un modelo, el de la constante cosmológica, que es cuestionable, y que un cambio en esta construcción teórica implica que los mismos datos pueden predecir una geometría del universo diferente.



Un documental revela los secretos del

homínido más antiguo hasta ahora hallado


Nueva York, 16 oct (EFE).- Los secretos sobre un esqueleto femenino de 4,4 millones de años de antigüedad, al que los científicos han denominado "Ardi" y que es el más primitivo hasta ahora hallado de un homínido, serán revelados en un documental que el domingo emitirá Discovery en Español en Estados Unidos.


Según adelantó esa cadena, "Ardi al descubierto" , que se emitirá en español, es un programa de dos horas en el que se documenta la intensiva investigación iniciada en Etiopía hace 17 años cuando se descubrieron los fósiles de este Ardipithecus ramidus.


La investigación, cuyos resultados fueron publicados este mes en la revista Science, reveló los primeros pasos evolutivos que tomaron nuestros antepasados tras romper con el ancestro que la especie alguna vez compartió con los chimpancés.


El esqueleto de "Ardi" y de los otros homínidos con los que alguna vez vivió, así como de las rocas, tierra, plantas y animales que conformaban su entorno fueron analizados en laboratorios de todo el mundo.


"No es un chimpancé ni un ser humano. Es simplemente lo que nosotros solíamos ser", describe gráficamente el paleontólogo Tim White, adscrito al Centro de Investigación de la Evolución Humana de la Universidad de Berkeley (California) y codirector del proyecto.


De cerebro pequeño, brazos largos y piernas cortas, "Ardi" fue un habitante de las praderas y ahora es el esqueleto conocido más antiguo de un homínido, un grupo de animales al que pertenecen el hombre y otros de sus parientes más cercanos, como los chimpancés, los orangutanes y los gorilas.


Según se detalla en el documental, "Ardi" era bípedo (andaba erguido sobre sus dos extremidades inferiores), pero también era hábil trepando árboles, ya que tenía largos dedos en los pies y las manos.


"Su original anatomía transforma de manera fundamental nuestra interpretació n sobre los orígenes de la humanidad y la evolución temprana", según el biólogo evolutivo e integrante del equipo de investigación Owen Lovejoy, de la Universidad de Kent State (Ohio).


En el documental se profundiza en el detallado análisis al que recurrió este equipo internacional de 47 científicos para poder interpretar los huesos de este homínido y el resto de muestras tomadas de miles de otros fósiles de animales y plantas.


El director de "Ardi al descubierto" , Rod Paul, y su equipo "trabajaron de cerca con los científicos para generar un nivel sin precedentes de detalle, exactitud y cobertura en torno al descubrimiento del Ardipithecus ramidus" y filmaron los pormenores de las exploraciones en Etiopía, según detalla la cadena de televisión.


La filmación inicial tuvo lugar en 1999, una vez obtenidos los permisos del Gobierno etíope, y continuó con otras grabaciones en áreas de investigación del desierto, el Museo Nacional de Addis Ababa, el laboratorio de uno de los científicos del proyecto en la Universidad de Tokio y diversos lugares de Estados Unidos.


El programa da inicio con el descubrimiento en 1974 del Australopithecus afarensis en Hadar, en el noreste de Etiopía.


Bautizado como "Lucy", este esqueleto de 3,2 millones de años llegó a ser, en su tiempo, el esqueleto de homínido más antiguo.


Como se documenta en el programa, el récord de "Lucy" sería superado veinte años más tarde, en 1994, con el descubrimiento de "Ardi" en la región Afar de Etiopía.


"Se requerirían luego quince años para estructurar delicada, meticulosa y metódicamente el esqueleto de 'Ardi' y su mundo perdido y poder revelar así su significado" , explica la cadena.

El programa emplea secuencias filmadas en el sitio de exploración, así como extensas animaciones generadas por computadora que permiten ilustrar en detalle la investigación original e imágenes aéreas de la zona del descubrimiento.

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